Los recordaréis de películas como Regreso al futuro I, II o III, e incluso puede que tuvierais uno cuando eráis pequeños. Es cierto, los chalecos acolchados han vuelto para quedarse, y lo que es peor, sus progenitores, los plumíferos o “plumas” también. Y más aún, las pasarelas se llenaron con propuestas que giraban a su alrededor y las tiendas van camino de ello.
Llamadme tremendista cuando digo que una vez alcé mi puño al cielo al más puro estilo Escarlata O’hara y a Dios puse por testigo...
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